Kazarma (Casa di arma): Se trata de la atracción principal de la ciudad. Una impresionante obra de fortificación que domina sobre la bahía. El castillo data del periodo bizantino tardío, como toda la fortificación medieval de la ciudad. Durante el domino veneciano, sirvió de cuartel de la guardia o, según otras fuentes, de Cuartel General. Los terremotos y los ataques piratas produjeron, no obstante, repetidos destrozos, y en 1651 los propios venecianos lo destruyeron para que no cayera en manos de los turcos. Durante el dominio otomano, Kazarma, a diferencia del resto de las murallas, fue restaurada y hasta el día de hoy se distinguen las adiciones turcas, como son los kumbes (puestos de guardia) de las almenas. En la actualidad, el castillo se puede visitar y, durante los meses de verano, se utiliza como espacio para la celebración de eventos culturales.
Museo Arqueológico: Una interesante colección de hallazgos procedentes de las excavaciones arqueológicas que datan desde el año 3500 a. de C. hasta el 500 de nuestra era, en la amplia región de Creta oriental. Entre ellos encontramos tablillas de arcilla con escritura Lineal A y una magnífica estatuilla de oro y marfil.
Dirección: Carretera Nacional Sitía-Piskokefalos, tel. +30 28430 23917
Yacimientos arqueológicos: La prefectura de Lasithi está repleta de monumentos de todas las épocas históricas. La civilización minoica está representada por tesoros arqueológicos (Paleokastro, Gournia, Mochlos, Mirtos, Milatos, Ayía Fotiá, Lato) de los que el principal es el palacio de Zakros, el cuarto en tamaño de la Creta minoica que data del año 1600 a. de C. y tenía 180 estancias. Cerca de Nea Praisos se encuentra la famosa ciudad helenística de Praisos.
Vai: Al este de Sitía, a 25 km de distancia, se encuentra una de las playas más famosas de Grecia. Vai, el único bosque de palmeras que existe en Grecia, llega hasta la arena y crea así un paisaje exótico excepcional. Según la leyenda, se creó a partir de los huesos de los dátiles que tiraban los militares egipcios o los piratas sarracenos.
Spinalonga: El periodo de la dominación veneciana dejó en la región importantes monumentos, algunos de los cuales se conservan en excelente estado. Uno de ellos es la fortaleza de 1579 que se encuentra en el islote de Spinalonga, frente a Elounda. Este importante castillo recibe actualmente a una multitud de visitantes, evocando los «fantasmas» del pasado reciente, pues durante la primera mitad del siglo XX sirvió de centro de exilio y aislamiento para los leprosos de Creta. Se puede llegar en barco desde Agios Nikolaos, Elounda y Plaka.
Monasterio de Toplou: El monasterio estauropégico de Toplou (s. XV), a 12 km de Sitía, es uno de los monasterios más históricos de Creta, que ha sido ejemplarmente restaurado. Impresiona por su tamaño, los importantes objetos que se exponen en su museo y la naturaleza virgen que lo rodea.
Zakros: Zakros (a 36 km de Sitía) es un verdísimo pueblo tradicional de 800 habitantes, con un hermoso manantial y un museo del agua. Desde este pueblo comienza la Garganta de los Muertos, que concluye en Kato Zakros, junto a las ruinas del cuarto mayor palacio minoico de Creta.
Khrysí o Gaiduronisi: Esta exótica isla, a pocas millas al sur de Ierápetra, está catalogada entre los lugares más impresionantes que se pueden visitar en toda la región. Aquí podrá disfrutar de la natación en un escenario de lago azul, tomar el sol sobre la arena rosada conformada por millones de conchas partidas (antiguamente todo el mundo se llevaba puñados de ellas como recuerdo, pero ahora está terminantemente prohibido), pasear por el bosque de cedros y lentiscos y bucear en el colorido fondo marino. ¡Para comer, existen dos tabernas que sirven pescado y marisco fresquísimo! Para acceder a la isla, se puede tomar el barco desde Ierápetra.
Agios Nikolaos: A 82 km de Sitía se encuentra la capital de la prefectura, construida en la bahía de Mirabello. Su marca característica es el lago de Voulismeni o Vromolimni, que se comunica con el mar a través de un estrecho canal que se abrió en 1870. A tan solo 12 km al norte llegará a la popular Elounda, adorado refugio de la jet-set internacional.
Ierápetra: La ciudad más meridional de Europa, a 60 km de Sitía, frente al mar de Libia y rodeada por fértiles terrenos y playas doradas. Merece la pena pasear por las pintorescas calles de Kato Mera, el barrio antiguo de Ierápetra, y visitar el castillo veneciano Kale, construido a principios del siglo XIII y que se conserva en muy buen estado. También podrá deambular por el puerto y disfrutar de la cálida y embriagadora aura del mar de Libia.
Playas: La parte norte de la prefectura concentra las playas menos profundas y frecuentadas, mientras que en la parte sur se encuentran las más profundas y escarpadas. Para quienes no deseen alejarse mucho de la ciudad de Sitía, incluso la playa que se encuentra junto al puerto cuenta con bandera azul. Según se vaya alejando, se encontrará sucesivamente con: Petras y Ayía Fotiá —con arena grisácea— al sur y Ayii Pandes, Platani y Papadokambos al oeste. Los nativos prefieren la playa de Erimoupolis —la antigua ciudad de Itanos—, donde tendrá la oportunidad de nadar en el escenario de la mítica Atlántida, entre los restos clásicos que se observan a poca profundidad desde la superficie del mar. El catálogo es aún mayor: Plaka, en el pueblo homónimo, permite contemplar sin obstáculos la isla de Spinalonga; Ammoudara, fácilmente accesible y, por eso, muy frecuentada; Tholos, con guijarros redondos, ideal para relajarse bajo los árboles; y Elounda, que no requiere una presentación especial, pues constituye uno de los centros vacacionales más cosmopolitas de Creta. Para los alternativos, Gournia, una playa protegida contra el viento y camuflada entre colinas, es el mejor destino, mientras que las playas que se consideran familiares por excelencia son las de Hiona, Kouremenos y Rousolakos. En el sur, bajo el poblado tradicional de Koutsounari y a lo largo de 5 km, se extiende Megali Paralia (playa grande), con pequeños guijarros, familias y jóvenes. Paleokastro (35 km) y Kato Zakros (46 km) combinan el mar con un paseo por la ciudad antigua. Los amantes de la exploración descubrirán uno de los últimos paraísos intactos en Xirokampos (55 km al sureste). Dunas de arena decoradas con aromáticas azucenas, tranquilidad absoluta y aguas transparentes son los componentes de este paisaje sobrenatural, exclusivamente para iniciados. Finalmente, puede dar un paseo en barco hasta la desierta Koufonisi, a muy corta distancia del cabo de Goudoura. Si no dispone de medio propio, existen barcas que salen de Goudoura o Makris Gialos y podrá hacer acampada libre si dispone de los equipos necesarios.
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